Cada vez es más frecuente oír hablar del Síndrome de Noé. Y, si no hemos escuchado su nombre, seguro que nos son familiares por los medios de comunicación o las redes sociales los casos de personas que acumulan en su casa un gran número de animales de compañía en malas condiciones, generalmente rescatados de la calle y con buenas intenciones, pero a los que no proporcionan los cuidados mínimos necesarios que debería recibir cualquier animal.

El Síndrome de Noé es un desorden psiquiátrico que acarrea graves consecuencias para los animales que conviven con la persona afectada, para la propia persona y para su comunidad de vecinos, que ya se ha incorporado a la lista de trastornos mentales de las personas.

Aunque a primera vista puede parecer que tiene similitudes con el Síndrome de Diógenes, se trata de trastornos diferenciados que tienen sus propias particularidades.

Cómo identificar el Síndrome de Noé

Existen algunas características que nos pueden ayudar a identificar el Síndrome de Noé. No se trata solo de acumular en la vivienda una gran cantidad de animales, la mayoría de ellos rescatados de la calle.

La persona que padece el Síndrome de Noé es incapaz de mantener a los animales en buenas condiciones de salud y de higiene. No solo por la falta de espacio y de medios que conlleva mantener en una vivienda una gran cantidad de perros o gatos, sino también porque la persona que padece este trastorno no es consciente de las malas condiciones en que viven, lo que deriva en enfermedades y en consecuencia en un problema de salud pública.

Además, las personas que sufren el Síndrome de Noé niegan padecer ningún problema. Al contrario, creen que hacen un favor a los animales.

Diferencias entre el Síndrome de Noé y el Síndrome de Diógenes

Ambos son trastornos psiquiátricos que afectan a quien los padecen y que también generan un problema de salud pública para sus vecinos. Pero existen diferencias.

La persona que padece Síndrome de Diógenes acumula objetos a partir de la idea de que en algún momento pueden ser útiles. Las personas que sufren Síndrome de Noé acumulan animales porque creen que los necesitan y también porque piensan que los animales los necesitan a ellos, sin ser conscientes de que manteniéndoles en condiciones insalubres no les hacen ningún favor.

Si bien la persona que padece Síndrome de Noé no es consciente del mal estado de los animales con los que vive, una persona con Síndrome de Diógenes sí es consciente de las necesidades de su mascota, a la que puede mantener en buenas condiciones pese al trastorno y al ambiente en el que vive.

Qué hacer ante un caso de Síndrome de Noé

Como ocurre con el Síndrome de Diógenes, es común que sea algún vecino quien se percate de la posibilidad de que exista un caso de Síndrome de Noé en la comunidad, por tener contacto con la persona afectada en cuestión o por los olores y molestias que ocasiona.

Si detectamos un caso de Síndrome de Noé en el vecindario, debemos dar aviso a Servicios Sociales. En ese momento la Administración activará la alerta y contactará con una protectora de animales para su rescate.

A partir de ese momento, al margen de la actuación de Servicios Sociales para velar por el bienestar de la persona afectada, es muy importante contactar con una empresa de limpiezas traumáticas, para que profesionales conocedores de los protocolos realicen una limpieza y desinfección en profundidad de la vivienda.

En SyR Técnicas y Servicios somos especialistas en limpieza de Síndrome de Diógenes y todo tipo de limpiezas traumáticas, y estamos a vuestra disposición para este tipo de casos que requieren de una actuación rigurosa y profesional.